Adiós a eso de levantarse a las 7 de la mañana. Adiós a estar dando historia cuando aún no ha amanecido. Adiós a no salir los fines de semana, adiós al agobio de los domingos. Adiós a eso de estar a las doce en la cama. Adiós al frío, a volver a casa a las once y media, adiós a los libros, los pupitres, los profesores e incluso a lo de estar calladita. Adiós a esas 30 horas semanales. Adiós a los pasillos y al despacho del director. Adiós a los exámenes y a los repasos de última hora. Adiós a todo. Hola a levantase a las mil, a acostarse a las mil, a salir todos los días, hola al sol y a la playa, a ese moreno que tan bien combina con tu ropa, hola a los pantalones cortos, las hogueras, la fiesta y el no hacer nada. Hola a mi felicidad. Las despedidas no siempre son algo malo.. Y oficialmente: A partir de hoy empieza lo bueno.
Mensaje personal: Querida yo, aquí y ahora empieza tu verano. Prohibido no disfrutarlo.
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