sábado, mayo 22, 2010

Sabado, 22 de Mayo del 2010


Úiltimamente no hago más que intentar hacer algo que todavía no he conseguido hacer. Olvidar. ¿Olvidar?¿Para que olvidar?¿Acaso me voy a sentir mejor? Te olvidaré, sí, pero me quedará el dolor, me quedará la impotencia de no haber conseguido tener los suficientes ovarios como para ir y decirte a la cara todo lo que pensaba, y me quedará el mal sabor de boca de, una vez más, haber demostrado que no soy tan fuerte como pensaba que era. Es inútil convencerse de que con olvidar se arregla todo. Soy imbécil. ¿Pero como se va a arreglar? Si yo no quiero olvidarte, lo que yo quiero es que me quieras y que me lo digas cualquier tarde que nos encontremos por la calle apunto de hacerse de noche, y entonces me beses y me cojas de la mano, me acompañes a casa todos los días y que me dediques tablones diciendole a todo el mundo que me quieres, que hagamos un año juntos y hagamos el amor tantas veces que nos acabemos cansando, acabar la universidad y seguir juntos todavía, trabajar, alquilarnos un piso, casarnos y tener 3 hijos, y que los 3 saquen tu color de ojos y tu sonrisa, jubilarnos, y que cuando me muera llores y pidas que nos entierren juntos, como siempre hemos estado. Olvidarte no me sirve de nada si no consigo olvidarme también de todo lo felices que podríamos haber sido y que no somos..