lunes, abril 26, 2010

Lunes, 26 de Abril del 2010




Yo le quise, y a veces él también me quiso.  En noches como ésta le tuve entre mis brazos.   Le besé tantas veces bajo el cielo infinito.. Él me quiso, a veces yo también le quería. Puedo escribir las líneas más tristes esta noche. Pensar que no le tengo. Sentir que le he perdido. Oír la noche inmensa, más inmensa sin él.  Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos. Ya no le quiero, es cierto, pero cuánto le quise. Ya no le quiero, es cierto, pero tal vez le quiero. Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido. Porque en noches como ésta le tuve entre mis brazos,  mi alma no se contenta con haberle perdido. Aunque éste sea el último dolor que él me causa, y éstas sean las últimas líneas que yo le escribo. 

viernes, abril 23, 2010

Viernes, 23 de Abril del 2010



Es triste ver como cambian las cosas. Comprobar que realmente, del amor al odio no hay más que un paso. En mi caso es del amor al asco, pero la teoría también sirve. Ahora no me cabe en la cabeza como pude sentir algo por ti, el más mínimo sentimiento de afecto hacia alguien o mejor dicho algo como tú, y sobretodo no entiendo si esque has cambiado de un día para otro o si realmente siempre has sido así de gilipollas pero antes lo disimulabas.. Y mira tú por donde, esas dudas no me dejan dormir. En fin, con esto únicamente quería expresar mi repulsa por ti, por tus actos, tu forma de hablar, de caminar, de como miras, todo lo que un día me quitaba el sueño ahora me hace tener pesadillas. Es muy triste ver como por tus egocentrismos, mañacadas y manías de niño consentido has conseguido joder todo esto. Pero es más triste todavía ver como, alfinal, realmente hay errores irremediables, y sobretodo, que haya tenido que cometerlos con el gilipollas más gilipollas que había entre todos. Y sí, juro que es de lo poco que me he arrepentido.

martes, abril 13, 2010


¿Alguna vez te has planteado lo felices que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo? Si el miedo desapareciera, y la falsedad, y la mentira, y la arrogancia, y los cambios de opiniones repentinos, y si el amor fuera inacabable, y las personas estuvieran predestinadas unas a otras y nada ni nadie pudiera modificar el curso de las cosas, si un beso fuera siempre más que eso, y si las miradas en silencio fueran siempre la mejor de las conversaciones. Si todo fuera distinto seríamos tan sumamente felices. Si las personas fueran valoradas por lo que son, no por lo que tienen ni por lo que son consideradas para el resto del mundo, si existieran las segundas partes, si el perdón fuera siempre sincero y dicho con el más puro de los sentimientos, si algún día el ser humano desarrollara la capacidad de olvidar completamente, sin rencores, y si la verdad a medias fuera siempre para bien ajeno y no propio. Si en el mundo no hubieran malas personas, ni odio, ni palabras y echos creados para hacer daño, si no existieran las lágrimas, ni las pesadillas convertidas en realidad, si el desamor no fuera más que canciones tristes, y si en el colegio en lugar de matemáticas se enseñaran cosas más útiles como el valor de las sonrisas, y teorías como saber que el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional, y sobretodo aprender a ponerlas en práctica, el mundo sería un lugar adecuado para vivir. Ahí podríamos llegar a ser felices, o al menos algo parecido

Martes, 13 de Abril del 2010


Creo que nunca ha sido complicado hacerme feliz. Si me conoces bien, sabrás que soy patéticamente sencilla y previsible. No necesito flores, ni dedicatorias de canciones en la radio, ni aviones que escriban en el cielo. No pido milagros, porque nunca he visto ninguno. Las sorpresas, cuanto más pequeñas, más bonitas me resultan. Y me vale todo, siempre que sea hecho con amor. Todos los detalles son buenos... Abrazos, sonrisas, besos de esquimal, notitas escritas en una servilleta, una visita inesperada, un regalo personal, una foto de tu infancia, un mensaje de madrugada, palabras simples pero sinceras... Creo que nada demasiado costoso si se hace por iniciativa propia y con sentimiento. Eso sí, necesito que todo ello sea incondicional. Solos o rodeados de gente. Aquí y allí. Ayer y hoy. Y tener la certeza de que si mañana estamos en el fin del mundo con Miss Universo o con el diablo personificado, seguirá siendo así. Esa es mi forma de querer y, por lo tanto, es la única forma de sentirme querida.


Deshacerme de mi inseguridad y de mis miedos cinco minutos, y gritar. Gritarte como me siento, como adoro todo lo que vivimos, como me gusta despertarme y ver que sigues ahí, como aprecio todo lo que haces por mi y sobretodo, cuánto puedo llegar a quererte. Voy a echar de menos las vidas que nunca tuvimos, y me dolerá cada minuto que piense en ti, pero no podrá conmigo. Además, los cuentos de hadas no siempre tiene finales felices, ¿Cierto? Después de todo, yo seré tu mejor amiga y tú serás mi amor imposible. Pensé que el amor también traía la eterna garantía, un par de manuales y un seguro que cubría los daños del corazón. Y por primera vez noté que me fallaban los pies porque no tenian fuerza para levantarse y seguir de pie. Pero en fin, como yo siempre digo, las cosas claras, la vida oscura, y los besos sabios.

lunes, abril 12, 2010

Domingo, 11 de Abril del 2010



Hola, esto te parecerá un poco raro, pero bueno. Es que, estás tan cerca siempre, pero tan lejos. Tengo guardado el palito del helado que te comiste un día conmigo, y este es un mechero que te quité. A veces lo enciendo, y cuento las horas que me faltan para volver a verte, y pienso en que te voy a decir y que voy a hacer, para que te enamores de mi. Quiero que sepas que cuando estés triste yo lloraré contigo, y que cuando seas feliz, pues que me reiré contigo. Y que aunque pasen mil años, yo siempre voy a estar esperándote. Siempre. Porque no hay nadie en este mundo que te quiera tanto como yo, nadie. Te quiero

viernes, abril 09, 2010

Sábado, 9 de Abril del 2010



Creo que nunca ha sido complicado hacerme feliz. Si me conoces bien, sabrás que soy patéticamente sencilla y previsible. No necesito flores, ni dedicatorias de canciones en la radio, ni aviones que escriban en el cielo. No pido milagros, porque nunca he visto ninguno. Las sorpresas, cuanto más pequeñas, más bonitas me resultan. Y me vale todo, siempre que sea hecho con amor. Todos los detalles son buenos... Abrazos, sonrisas, besos de esquimal, notitas escritas en una servilleta, una visita inesperada, un regalo personal, una foto de tu infancia, un mensaje de madrugada, palabras simples pero sinceras... Creo que nada demasiado costoso si se hace por iniciativa propia y con sentimiento. Eso sí, necesito que todo ello sea incondicional. Solos o rodeados de gente. Aquí y allí. Ayer y hoy. Y tener la certeza de que si mañana estamos en el fin del mundo con Miss Universo o con el diablo personificado, seguirá siendo así. Esa es mi forma de querer y, por lo tanto, es la única forma de sentirme querida.