Que difícil es entender a las personas, saber que les pasa por dentro y por qué llegan a hacer ciertas cosas.. Puede que detrás de una sonrisa haya mil problemas y con ellos otros mil llantos ahogados, y tú no tengas ni idea. O puede que detrás de la cara más seria haya una persona feliz y despreocupada, sin que tampoco te des cuenta. Podemos ser leales a nuestras ideas y de pronto, sentir que solo estorban. Hay veces en que lo mejor sería darle una patada a la firmeza de ideas, eso de tener la cabeza cerrada y no tener lugar para nuevas ideas.. O para simples excepciones, sobre todo eso cuando nos lleva a ponernos del peor de los lados, o cuando por ser leales a nuestros principios, a eso que hace que tengas las cabeza bien alta, ponemos en peligro lo que queremos o hacemos daño a los mismos. Supongo que por más mayor que quiera ser, con catorce años aún no soy capaz de dejar a un lado ciertas cosas.. O todo o nada. Y lo que me falla es entender que siempre habrá lugar para intermedios. ¿Cambiar? Difícil, pero sé que no imposible. Mi primer objetivo lo tengo claro.. Y creo que la mayoría tambien.
