Sé que me faltarían palabras para explicarte lo que siento, no te las dije a la cara tal vez por miedo, y, hoy te soy indiferente y quieres que seamos amigos, pero ambos sabemos que no seremos más que dos desconocidos, sabemos que somos el mejor ejemplo de eso de que los polos opuestos se atraen, y por ello corren el riesgo de quererse locamente, y nosotros seguimos la regla, pero eso no cambia las cosas y sabemos que no vamos a poder ser amigos. Pero te echaré de menos, y me duele porque ya no reconozco tu voz por telefono ni adivino tus pensamientos, ya no disfruto al oír tu risa, ya no comparto tus días de alegría, y ya no me quedo sin pablabras cuando me miras. ¿Sabes? Me encantaba ser esa imbécil que no sabía que decir ni que hacer para que te fijaras en ella, al fin y al cabo me gustaba quererte. Pero nos convertimos en algo tan corriente.. Ya no era nada especial. ¿Sabes que hago cuando me siento tan poco original? Hago algo que nadie haya echo antes, así me vuelvo a sentir distinta aunque sea por un segundo. Y nadie es capaz de afrontar sus sentimientos, y menos publicarlos en un sitio donde todo el mundo pueda verlos. Así que te voy a dar el gusto de oirme, o por lo menos leerme, algo que has estado esperando mucho tiempo: Sí, te quería.
