lunes, marzo 14, 2011

Lunes, 14 de Marzo del 2011


Carta nº 2 desde que empiezo a olvidarte:


He metido ya 55 euros en mi cerdito. Y mi padre está a punto de levantarme el castigo. Si te soy sincera, se me está haciendo bastante más duro de lo que pensaba. Hoy he tenido un exámen, el cual posiblemente suspenda ya que me pasá la noche llorando y del sueño no sabía ni lo que escribía. Supongo que todo esto es culpa mía, porque fuí yo la imécil que eligió quererte aún cuando ya no estabas, la que eligió esperar a ver si por casualidad era testigo del primer milagro de su vida y la que decidió no solo no pasar página, si no grapársela en la frente. El motivo de esta carta es pedirte que me entiendas, que no vuelvas, que me lo hagas más sencillo. Que a mi no se me hace tan fácil eso de ignorar mis sentimientos, y no sabes como desearía que eso fuera así. En realidad esta carta, más que para ti, es para mi, para decirme lo que por más que intento nunca escucho. A lo mejor lo que pasa es que no tengo el suficiente valor de reconocer de una puta vez que mi único problema, soy yo.