domingo, febrero 06, 2011

Domingo, 06 de Febrero del 2011




Querida vida:


Quería decirte que eres lo mejor que me ha pasado nunca. Agradecerte si cabe, todas las oportunidades que pusiste en mi camino, y yo, sin darme cuenta desaproveché. Y todos los trenes sin destino que yo, imprudentemente, decidí coger. Y todas las sonrisas que has enviado y que yo he tenido el placer de admirar. Y tener los padres que tengo. Y tenerlas a ellas. Y a él. Gracias por las puestas de sol, y por sentir la lluvia  en la cara. Gracias por dormir, y por escribir, y por el sonido de la risa ajena cuando es provocada, y por poder ver el mar por la ventana, y por los abrazos, las caricias en la espalda, las lágrimas de alegría y cuando él juega con mi pelo. Por todas esas tonterías que acaban siendo algo grande. Gracias por las ilusiones, y por las que conseguiré cumplir. Gracias por las segundas partes, por los mediodías en el sofá y las noches en vela. Por todas esas cosas que hacen que las personas sonrían. Y por las personas que no se conformen y luchen. Por ser tan maravillosa. Gracias por brindarme la oportunidad de conocerte. Y ahora, déjame pedirte perdón. Perdóname por las veces que desearé no haber nacido, por jurarte en vano, por las veces que he dicho que te odiaba y no haber disfrutado de ti siempre al máximo. Por pensar que será de ti tan a menudo. Perdóname por haberte desaprovechado algunas veces, por centrarte en una sola persona y haberte querido cambiar. Perdóname por las veces que no aprendí de mis errores y por las veces que no me arrepentí a tiempo. Por dejar que el miedo gobernara en ti, y no darme cuenta de que las mejores cosas son las que éste nos impide hacer. Por creer a los ignorantes que decían que eras dura y amarga, por haber tomado frecuentemente  la decisión equivocada y por darme cuenta de las cosas tarde. Perdóname por no conformarme y querer más de ti. Pero ahora te pido que me entiendas, acabo de conocerte. 15 años no son nada. Son tantas las preguntas que quiero hacerte... Casi tantas como las que quiero que respondas. Casi tantas como las que posiblemente, con el tiempo, respondas. Eres lo más preciado que tengo.




Fdo: Alguien que espera poder decirte adiós orgullosa, satisfecha, y sonriendo.

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Gracias por leer y comentar!!